Los ascensores, como cualquier aparato que se precie, tienen una vida útil limitada y, por bien que sean tratados, llega un momento en el que lo más recomendable es optar por un cambio e instalar uno nuevo. El rendimiento adecuado viene determinado por varios puntos importantes, entre los que un correcto mantenimiento se presenta como de vital importancia.

Si estás pensado en instalar un ascensor en el edificio o comunidad de vecinos, es normal que te preguntes cuál es la vida útil del mismo, ya que es un desembolso muy grande. La respuesta a esta pregunta depende de muchos factores, pero podemos decir que la duración media de un elevador está entre los 20 y los 30 años.

Para alargar lo máximo la vida útil de un ascensor, es clave realizar mantenimientos preventivos que aseguren el buen funcionamiento del mismo. Lógicamente, también va a depender en gran medida del objetivo para el que esté concebido el ascensor. La frecuencia de uso y el peso que cargue en cada viaje van a influir también de manera importante.

 

Renovación del ascensor, una medida para alargar la vida útil

 

Una renovación parcial puede ser la solución para alargar los años de duración de nuestro ascensor. Eso sí, siempre habrá que evaluar los pros y los contras de optar por la renovación y no por el recambio por uno nuevo, ya que, aunque nos ahorremos en el gasto inicial, a la larga puede acabar siendo perjudicial.

Una renovación parcial básicamente es un servicio de modernización que consiste en mejorar el funcionamiento y optimizar el rendimiento, además de aumentar la seguridad y actualizar el diseño, que en muchas ocasiones se acaba quedando también obsoleto. Además de esto, un punto muy importante que nos aporta la renovación del ascensor es el menor gasto energético que vamos a tener, ya que las nuevas tecnologías permiten la máxima eficiencia energética.

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