Pulsar un botón, subirse al ascensor y pulsar el botón de destino. A pesar de que pueda parecer que los elevadores son simples, lo cierto es que los ascensores cuentan con un sistema apasionante que les permite funcionar. Las partes fundamentales de un ascensor son las siguientes: el cuadro de maniobra, la cabina y el sistema de tracción.

 

El cuadro de maniobra es el cerebro del elevador

 

El cuadro de maniobra se encarga de controlar los movimientos, paradas, arrancadas, velocidad sistemas de seguridad, luces, etcétera. Por ello, podemos afirmar que esta parte del ascensor es el cerebro del mismo. Se halla en el cuarto de máquinas, junto al sistema de tracción.

 

Por otro lado, está formado generalmente por una placa electrónica central, que la convierte en la base de control del ascensor y el lugar en el que se procesan los datos de la maniobra. El cuadro se complementa con otras placas electrónicas más simples, baterías o transformadores.

 

Otra de las partes importantes es el sistema de tracción. En el universo de los ascensores, podemos destacar dos tipos: los hidráulicos y los eléctricos. Ambos cuentan con los mismos cuadros de maniobra y elementos de seguridad. Sin embargo, la diferencia radica en el sistema de tracción, que es el sistema con el que se crea el movimiento de la cabina. Por una parte, encontramos los de impulsión hidráulica y por otra, un motor con polea de tracción.

 

Los dos sistemas cuentan con ventajas e inconvenientes y no hay uno mejor que otro. Dependiendo del lugar en el que se colocará el ascensor, optaremos por una opción u otra.

 

La parte más vistosa de un ascensor es la cabina, el lugar en el que se transporta a las personas. Se compone de una caja y el bastidor o el chasis. En el caso del bastidor, se encuentra en el exterior de la cabina y está sujeto por cables tractores. El caris desliza por las guías y posibilita el desplazamiento suave tanto de subida como de bajada.

 

En la cabina aparece el cuadro de mando, que es donde ordenamos qué debe hacer el elevador y otros elementos decorativos como el espejo. Aquí encontramos también el suelo y el techo, así como los paneles para darle un toque más decorativo. Respecto a las puertas, pueden ser plegables o correderas.

 

Otro aspecto fundamental son los dispositivos de seguridad, para garantizar la seguridad de las personas y que el elevador pueda funcionar sin problema. Otro sistema útil es el limitador de la velocidad del ascensor, compuesto por dos poleas y un cable hecho de acero. El sistema activa la actuación del sistema paracaídas siempre que se supere en un 15% la velocidad nominal del elevador.

 

Por último, debemos mencionar los amortiguadores. Se basa en la parte del ascensor que suaviza la frenada de la cabina si se produce un recorrido extremo. Se compone de un pilar de apoyo y de un puffer, que es una pieza de goma que funciona como amortiguador.

 

Ahora que conocemos cuáles son las partes de un elevador más relevantes, podemos coger el ascensor con mayor tranquilidad, sabiendo que se compone de distintas piezas que garantizan nuestra seguridad.

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