El ascensor se ha convertido en uno de los elementos tecnológicos más utilizados a diario por las personas, ya sea en el trabajo, escuelas, universidades o en los hogares. El elevador es uno de los aparatos que favorece el sedentarismo entre los ciudadanos y que facilita, y mucho, su vida diaria.
En cualquier comunidad de vecinos, es muy sencillo encontrar a personas que necesitan de un ascensor para poder hacer vida normal, sean personas mayores o bien, personas con movilidad reducida en silla de ruedas o similar.
Cantidad de comunidades de propietarios de edificios en Pontevedra han abierto un debate sobre la necesidad de colocar un ascensor en ellos. La polémica está servida puesto que supone una derrama muy importante a tener en cuenta y por la poca facilidad a la hora de instalarse en el inmueble.
El coste de un elevador asciendo a varios miles de euros y es un gasto que no todo el mundo está dispuesto a asumir, dada la situación económica actual.
A pesar de ello, administradores de edificios apuntan que muchos de estos aparatos han sido instalados y que únicamente falta un 5% de las viviendas por colocarlos, sin contar aquellas que carecen de comunidad de propietarios.
La imperiosa necesidad llega a tomar medidas desesperadas, ya que existen vecinos que piensan en la posibilidad de ceder metros de su propio hogar para la instalación de estos ascensores. Otro de los casos es el de un edificio de más de 40 años de antigüedad que tiene en mente colocar un elevador en el patio de luces.
Incluso, existen propietarios que han declarado la posible colocación de ellos por el exterior del edificio. Una serie de medidas que deben estudiarse para que las personas que realmente necesiten un ascensor para vivir y poder desplazarse con normalidad y, a su vez, comodidad, puedan disponer de él.
Actualmente, las innovaciones tecnológicas en este tipo de aparatos se han convertido en el mejor aliado para estas personas, puesto que existe una gran diversidad de productos que mejoran su calidad de vida .
El caso de la ciudad de Pontevedra no es un caso aislado, puesto que este tipo de situaciones de dan en una gran cantidad de ciudades españolas, donde la vida de muchas personas depende, en muchas ocasiones, de la decisión de una mayoría
