Nunca sabes qué vas a poder encontrar. Pocas veces tuvo tanto sentido esta frase, pues los técnicos que se están encargando de la ampliación del colegio El Haya, de Castañeda han encontrado un hallazgo que no esperaban.

Las obras cuentan con un plazo de ejecución de tres meses y cuentan con un presupuesto que supera los 400.000 euros. El motivo por el que se realizan es para dar capacidad a un centenar de alumnos más e instalar un nuevo ascensor que ayude a ir a clase a los niños que padecen problemas de accesibilidad.

Los técnicos de la Consejería de Educación no tenían idea de que se encontrarían un ascensor perfectamente embalado en el momento que hicieron una visita rutinaria al centro para establecer el inicio de las obras pertinentes.

El ascensor se encontraba emparedado entre el Palacio de Larrinaga, sede del Ayuntamiento y el centro educativo. En el colegio y en los partidos políticos de la oposición llevaban preguntándose por el elevador desde hacía tiempo, un ascensor comprado hace diez años del que nadie sabía nada y que curiosamente se encontraba allí.

La historia de este ascensor se remonta años atrás, concretamente 10. La dirección del centro escolar trasladó al Ayuntamiento la necesidad de instalar un ascensor para los cuatro pisos que tiene el colegio. El consistorio, pidió ayuda económica a la Consejería de Educación para tal fin. El equipo de Gobierno encargó el elevador y se recibido, pero nunca se llegó a instalar. El edil socialista no ha dado respuestas de por qué nunca llegó a funcionar, únicamente ha declarado que se colocó allí aprovechando ele espacio que había a causa de las obras.

La polémica se ha desatado entre profesores, padres e incluso alumnos. La razón es porque durante del tiempo que no se ha instalado el ascensor, los padres han tenido que matricular a sus hijos en otro centro. Además, la maquinaria del elevador ha quedado totalmente desfasada por el paso de los años.

Las obras del colegio comprenden diversas actividades, tales como la transformación del antiguo volumen del salón de actos, que no se utilizaba ni por el centro ni por el Ayuntamiento. Esta modificación hará que se amplíen cuatro aulas para albergar a un número mayor de alumnos. Por otro lado, se instalará el ascensor y se realizarán diversas mejores en la instalación eléctrica.

Un ascensor “fantasma” que por fin ha aparecido. Un nuevo misterio resuelto donde los más beneficiados son los alumnos del centro. Unas obras que llegan diez años tarde, pero que son necesarias.

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