El ascensor se ha convertido en uno de los inventos que más utilizamos a diario. Para ir a trabajar, llevar a los peques al colegio o simplemente, para disfrutar de un buen paseo. Para quienes vivan en edificios con una comunidad de vecinos numerosa, sabrán que subir con ellos en el ascensor implica tener una conversación, a menudo banal, mientras dura el trayecto en el elevador.

La conversación más recurrente y que más utilizamos es la de hablar del tiempo. Qué calor hace, qué lluvia, ¿cuándo se irá el calor? O simplemente, hablar del mal tiempo que ha hecho en determinada ciudad. Sin duda, antes de llegar a casa conocerás de manera rápida cuál es la previsión meteorológica del día.

Si hablar del tiempo meteorológico no es suficiente, ¿por qué no hablar sobre el tiempo en sí? Charlar sobre la rapidez con que ha pasado el verano o el año en sí también es básico en una conversación en el ascensor.

La crisis y la situación laboral de hoy en día también es de las más usadas. El análisis político que se realiza en segundos es cuanto menos, interesante. Lo peor es cuando tus vecinos te recomiendan que emigres a otro país porque la cosa está muy mal.

Otra de las conversaciones estrella es preguntar por la familia o los amigos. ¡Cuánto tiempo sin ver a tu familia por aquí! o cómo está determinado familiar son también muy recurrentes.

Para aquellas comunidades donde el buen ambiente no reine, también existen los cotilleos o habladurías sobre otros vecinos. Otro clásico.

Otro nivel es hablar sobre salud. Decir cuánto me duele la pierna, remedios caseros sobre alguna dolencia o recomendaciones de pilares o yoga también aparecen en este pequeño espacio.

¿Te vas a casar? ¿Cuándo te independizarás? Preguntas incómodas sobre tu vida personal también podrás escucharlas si coincides con un vecino preguntón. Sin duda, es de las conversaciones más incómodas que pueden tenerse puesto que a nadie le gusta que se entrometan en su vida personal.

Criticar al presidente, hablar sobre la derrama que se ha aprobado o si el rellano está sucio son otros de los temas que pueden aparecer. Sin duda, más aburridos que los anteriores y además, generan una mayor preocupación.

El barrio en sí también es un tema a relucir. Una tienda nueva, un vecino que se ha marchado, alguien que ha fallecido… Cualquier tema que tenga que ver con la manzana del barrio es suficiente para tener una conversación de medio minuto.

Si coincides en el ascensor con niños pequeños o animales estás de suerte, puesto que el protagonismo siempre lo acapararán ellos. De esta forma, puedes evitar ese incómodo momento que se pasa cuando te hablan en el ascensor y solo te apetece descansar.

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